En la actualidad, existen gran cantidad de fachadas de edificios sin importar su tipología estética, ni el material que se pudo haber utilizado, lo cierto de este tema es que con el pasar del tiempo, las mismas se van deteriorando poco a poco, bien sea por su exposición a la contaminación, el humo de los automóviles, el clima e inclusive si la elección de solución constructiva no haya sido la más adecuada para el entorno de la edificación. Estos factores son los que permiten que se tenga que realizan una restauración de fachadas.
¿En qué consiste la restauración de fachada?
Conocida también como rehabilitación de fachadas, estas restauraciones consisten en manipular los factores que permiten que con el tiempo, las fachadas de alguna edificación vayan perdiendo de manera progresiva un aspecto en buen estado de conservación, tomando en cuenta que las fachadas de algún edificio o casa, representan la primera impresión de la misma hacia el entorno que la rodea. La rehabilitación de fachadas esta específicamente dirigida a evitar que la deterioración de la misma, pueda llegar afectar la seguridad de la edificación o de la casa, además de proteger también a las personas que se mantengan habitando el mismo.
¿Cuándo se debe restaurar una fachada?
La restauración de una fachada siempre ha sido la obligación de la propiedad con la finalidad de mantener el inmueble, además de que hace falta que las edificaciones con una antigüedad que supere los 40 años deben cumplir con varios aspectos de seguridad para cuidar el perjuicio que puedan causar a su entorno. La rehabilitación de fachadas se puede completar con acciones preventivas que permitan reparar posibles patologías que tenga la edificación, así como también poder manejar su aspecto exterior, modernizarlo, hacerlo más seguro, y más eficiente energéticamente con la intención de integrarlo a su entorno.
Beneficios de restaurar una fachada
El paso del tiempo y las condiciones climáticas puede afectar considerablemente deterioros notables a las fachadas de los edificios. Por esta razón, lo más conveniente es que se realice un estudio del estado de los inmuebles, sobre todo tomando en cuenta si tienen una antigüedad mayor a los 40 años. Esto permitirá garantizar la vida de la edificación además de su seguridad. Impedir los deterioros que se detecten y puedan causar restauraciones más costosas. La rehabilitación contribuye a que la edificación no se devalúe y contrario a esto, incremente su valor patrimonial o expectativas de un futuro alquiler o venta.